Las partes del producto de software se entregan en etapas tempranas del proyecto para recibir comentarios del cliente.
Los cambios y correcciones son más sencillos de adaptar, incluso cuando estamos en las etapas finales del proyecto.
Las tareas se mantienen actualizadas. Se desperdician menos recursos y se logran tiempos de respuesta más rápidos.
Los errores y defectos se detectan de manera rápida y son más sencillos de reparar en etapas tempranas del proyecto.
Con la retroalimentación del área de Quality Assurance, los desarrolladores mejoran sus habilidades para codificar.
Se puede enfocar mejor la atención en la excelencia técnica y en el buen diseño durante el desarrollo del proyecto.
Tanto clientes como líderes de proyecto, desarrolladores y probadores están en comunicación constante entre ellos.
Su flexibilidad permite al equipo de desarrollo adaptar el flujo de acuerdo a las necesidades del proyecto.
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